Más que un límite, es un umbral hacia la experiencia.
La fachada de Existence no se construyó para ser mirada. Se diseñó para ser cruzada.
Cada ángulo, cada sombra, cada textura fue pensada para provocar una sensación distinta.
No es arquitectura para admirar, es arquitectura para despertar. La fachada es solo la primera pista: que lo que estás por vivir…no es un espacio. Es una transformación.